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Albaricoques
Descripción
Piel aterciopelada, pulpa jugosa y un sabor sutil e intensamente dulce con matices almendrados. La piel es tierna y ácida, con una ligera pelusilla. Esta fruta es sinónimo de sabor y jugo. Los albaricoques tienen una textura ligeramente firme que se mantiene bien cocinados. Mejor aún, su sabor se intensifica al calentarlos. Escalfados, a la parrilla, horneados o añádelos a pasteles, panes rápidos o magdalenas. O simplemente cómelos.